viernes, 3 de octubre de 2008

«¿Crisis? ¿Qué crisis?»

Es curioso que mientras la macroeconomía iba bien y nuestros prebostes se felicitaban de la bonanza internacional, una inmensa cantidad de proletarios (entre los que me incluyo) seguíamos luchando día tras día para llegar a fin de mes, sacrificando muchos caprichos, vacaciones y nivel de vida que para otros -los menos- sería un nivel de vida "básico". Por debajo de ese nivel considerado "básico" seguimos batallando para sacar a nuestras familias (numerosas en muchos casos) adelante.

En ese periodo "expansivo" de la economía, los políticos de turno nos negaban becas y engañaban (a la mayoría, a nosotros no) con datos falsos del IPC para hacernos creer que lo están haciendo bien. Nos toman por tontos.

A mí, como empleado público (casi debería decir "trabajador público" que parece lo mismo pero este tiene unas connotaciones más prostibularias y se acerca más a la realidad) me suben el sueldo -vía presupuestos generales del Estado- un 2% año tras año. Y los políticos se felicitan de que la inflación suba "sólo" -según ellos- entre un 3 y un 4%. Con esa política me han estado estrangulando desde que trabajo en lo público (ocho años y pico), viéndome perder poder adquisitivo año tras año.

Y ahora... viene Zapatero y adláteres con una línea de créditos (7000 millones de euros, creo recordar) para las empresas inmobiliarias. Eso en España.

En USA, Bush pretende inyectar dinero para salvar el culo a los inútiles que dirigían bancos y que los han puesto en quiebra, quedándose ellos con inmensas ganancias durante todos estos años "de bonanza".

[He leído por ahí que a eso se le llama "socializar las pérdidas y privatizar las ganancias".]

En otras palabras: cuando las cosas van bien, los pobres seguimos pobres y los ricos se hacen de oro. Cuando las cosas van mal, hay que poner el dinero de todos (los pobres también pagamos impuestos) para salvar a los ricos y a sus empresas. El juego está amañado: siempre ganan los mismos.

Lo malo es que cuando hay crisis, los que se han hecho de oro en la bonanza, no ponen de su bolsillo para capear el temporal. Sus dineros están a buen recaudo en forma de valores refugio (oro, obras de arte, etc.). A la empresa se la declara en quiebra y asunto concluido. Con lo que quede de ella cobrarán algo la Seguridad Social, los acreedores y tal vez algún cliente si hay suerte. Pero el rico no pierde su patrimonio. Jugaba con pólvora ajena.

Al final, las crisis siempre las pagamos los de abajo y, cuando hay crecimiento económico, siempre se benefician los de arriba. ¿Y los políticos qué hacen? Se preocupan de que se perpetúe este estado de cosas.

Me parecería estupendo que Bush sacara una ley para confiscar todos los bienes de aquellos ejecutivos que han dirigido durante los últimos años aquellos bancos que ahora han quebrado. Esos ejecutivos tienen inmensas fortunas sacadas de las costillas de los trabajadores que con grandes esfuerzos iban pagando sus hipotecas. A algunos de ellos quizá también habría que meterlos en la cárcel, previa comprobación de sus turbios manejos o negligentes decisiones.

Pero es imposible que en los USA se persiga a los culpables de esta crisis de un modo generalizado, porque el primer responsable es Bush y sus asesores, por desregularizar los mercados, dejando que el liberalismo fuera la única ley y esperando que los mercados, dejados a su libre albedrío, corrigieran por sí mismos los desajustes que ellos mismos crean.

Este presidente (Bush) ha sido una catástrofe para su país y para el mundo entero. No sólo dejó que floreciera el mercado de las hipotecas sub-prime (ó "basura") sino que luego inició una guerra en el Golfo que hizo subir el precio del petróleo hasta niveles nunca vistos. Quizá esa fue la ficha de dominó que desencadenó la insolvencia de muchos ciudadanos para pagar sus hipotecas y luego todo lo que ha venido después...

Por eso, quizá Bush sería el primero que tendría que ir a prisión, cosa que no va a ocurrir ni en nuestros más ilusos sueños.

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