jueves, 5 de febrero de 2009

CIVES, MUFACE y Educación para la Ciudadanía

Leo una revista antigua (2006) de Muface, la Mutualidad de Funcionarios del Estado. Suelo echar un vistazo a todo lo que pasa por mis manos, siempre que tenga tiempo. He hojeado otras anteriormente. Noto un tufo de manipulación en los contenidos e incluso en las entrevistas. Los entrevistados son seleccionados con un determinado sesgo. Y luego, en las preguntas que se les hacen, hay una descarada insistencia para que manifiesten claramente su apoyo a la EpC.

Por ejemplo, en el ejemplar que tengo en las manos (junio-julio-agosto de 2006) Victorino Mayoral, Presidente de la Liga Española de Educación y la Cultura Popular y Cives (según la revista, es una ONG independiente y no confesional cuyo objetivo es conseguir que la cultura y la educación sean instrumentos para el desarrollo de los ciudadanos. Hasta aquí, todo parece perfecto. Lo tenebroso viene cuando a uno le chivan que Cives es una organización afín al PSOE, o tal vez creada paralelamente para introducir ciertas ideas en la sociedad sin que se note que esas ideas provienen del PSOE).

Este hombre dice por un lado que la Constitución se ha quedado atrasada al reconocer un papel a los acuerdos Iglesia-Estado, mientras que se acoge a la Constitución para defender la Educación para la Ciudadanía que según ella "ha de tener como finalidad la educación para el desarrollo personal de los ciudadanos en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos fundamentales".

Pero nadie se está negando a que se enseñe a los escolares los valores democráticos de la Constitución. Ese no es el punto de fricción de la EpC. El problema viene cuando se quiere inculcar a los niños y jóvenes unos valores que son opinables y pueden estar en contradicción con los valores de los padres o de la familia. Por ejemplo, es típico el ejemplo de la homosexualidad. Mientras que según la ideología de la EpC la identidad sexual es una "opción" y la homosexualidad es una opción tan válida como las otras, para muchos padres es una "desviación" o, cuando menos, la homosexualidad no es la mejor opción y, desde luego, no se la recomiendan a sus hijos. Eso no es homofobia (horrible engendro de palabro) sino tratar de pasar a los hijos unos valores, sin despreciar a los que "han optado" por ser homosexuales.

Otro ejemplo: según José Blanco, secretario general de organización del PSOE, la EpC sirve para enseñar a los niños y jóvenes a ponerse un condón. Esa es la idea que tienen en el PSOE de la EpC. Dan por supuesto que el uso de preservativos en los jóvenes es obligatorio, "pero hay que enseñarles". Para muchos padres, el uso de preservativos es algo rechazable y quieren -o al menos prefieren- que sus hijos asuman el valor de la castidad o, cuando menos, de la continencia. Estas son virtudes que al PSOE y adláteres no se les ocurre ni mentar a los jóvenes en la EpC. Les debe de sonar a Cristianismo, sin tener en cuenta que son valores que han existido en todas las sociedades, y que podrían hacer un gran bien a los jóvenes si se fomentaran hoy día. Pero no les interesa, en realidad, el desarrollo de los ciudadanos, como pretende CIVES, sino tenerlos idiotizados con el sexo, para que luego sean súbditos mucho menos problemáticos. En vez de "Pan y Circo" se podría decir hoy: "Pan, sexo y videoconsolas". El "pan" son las subvenciones que se dan con alegría para tapar las bocas de los que pudieran protestar. Los otros ingredientes se explican por sí mismos. Con ellos se tiene adormecida a la sociedad y los listos se mantienen en las poltronas, para su propio beneficio y el de sus cohortes aduladoras.

Por eso, la EpC es tan peligrosa. No sólo pretende tener ciudadanos éticamente clónicos a la medida de los poderosos y que no se planteen discrepar, sino además adormecidos por las sensaciones placenteras, al modo en que lo conseguía Aldous Huxley en "Un Mundo Feliz" con el "soma". Ese es el "estado del bienestar" que los socialistas quieren meternos en España y en el mundo entero: una sociedad injusta que parezca justa.

Y, volviendo al principio, en esos planes manipuladores no se arredran en utilizar todos los resortes que el poder les brinda: la revista de MUFACE, que debería ser un medio imparcial al servicio de los funcionarios, se convierte en sus manos en un medio de propaganda que no hay que desperdiciar. ¡Cuántos la leerán sin espíritu crítico, sin darse cuenta de que en el poder está el partido de turno moviendo ocultamente los hilos de lo políticamente correcto, del pensamiento único!. Y llegarán a la conclusión de que la EpC es un gran hallazgo de nuestros gobernantes y que los que se oponen a ella son un atajo de "carcas" que nos quieren devolver a lo más oscuro de la Edad Media...

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