Sindicatos, vagos y políticos

Graciosa (por decir algo) coincidencia la cercanía en el tiempo (tan sólo 3 días de diferencia) entre estas 2 portadas del diario El Mundo. En la primera de ellas se apela (por parte de un ex-ministro socialista y actual presidente de las Cámaras de Comercio) a que los sindicatos "no protejan a los vagos". En la segunda, se descubre que en una importante sesión de control al gobierno, no llegaron a estar presentes ni la mitad de los diputados, ni siquiera los primeras espadas del gobierno o de la oposición. En algunos momentos, la afluencia cayó hasta ser tan sólo una veintena de diputados.

Como el editorialista se encarga de remarcar, ¿a qué vagos se está refiriendo el ex-ministro Gómez Navarro...?

Con este tipo de actuaciones, ¿pretenden esos mismos políticos dar lecciones de moral a los simples ciudadanos que cumplimos -¡qué remedio!- nuestras jornadas laborales para poder cobrar exiguos sueldos, una miseria comparados con los que cobran sus señorías, y que estiramos como podemos para tratar de que duren hasta fin de mes...? ¿De verdad pretenden ser un ejemplo para nosotros en este y otros muchos e importantes temas? ¡Hipócritas!

Y, sobre todo, ¿cómo vamos a pedir a estos políticos inmorales que defiendan la vida? Tendremos que hacerlo los ciudadanos sencillos o no lo hará nadie.

Definición de la RAE:

hipocresía.

(Del gr. ὑποκρισία).

1. f. Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.

hipócrita.

(Del lat. cristiano hypocrĭta, y este del gr. ὑποκριτής).

1. adj. Que actúa con hipocresía. U. t. c. s.

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