martes, 25 de noviembre de 2008

Los "deslices" de las feministas

Ayer oí a Julia Otero con el soniquete de la violencia de género (violencia sexista). Es un tema que les apasiona a (casi) todas las mujeres que se asoman a las ondas dirigiendo un programa de radio. No hay programa de mujeres donde no se toque este tema, si uno escucha suficiente rato. Antes o después siempre sale.

Lo que yo venía a decir aquí es que, mientras se les llena la boca con que hay que decir "ciudadanos y ciudadanas", "miembros y miembras", y otras estupideces por el estilo, la locutora Julia Otero preguntó en un momento del programa a un interviniente:

- ¿Para cuándo las pulseras en las muñecas de los maltratadores?

Yo creo que, si fueran honestas, las feministas en este caso dirían:

- ¿Para cuándo las pulseras en las muñecas de los maltratadores y las maltratadoras?

Pero pierda usted cuidado: eso nunca lo oirá. Ya damos por supuesto que el maltrato siempre es del hombre hacia la mujer. ¿Para qué andarnos con rodeos?

[El tema de las pulseras les gusta a las feministas y feministos más por lo que tiene de estigma social que por la seguridad que pueda dar a la persona maltratada. Lo que realmente quieren, so capa de parecer civilizados, es cebarse en el maltratador, que sienta el escarnio público, que se le humille como sea, cuando los demás vean que lleva la pulserita. Y mientras, en otros programas de radio-como el que he oído hoy también en Onda Cero- defienden que los infectados de Sida no sean estigmatizados socialmente. Y, sin embargo, un sidoso es mucho más peligroso para la sociedad que un maltratador. Un sidoso de incógnito puede transmitir su enfermedad a mucha gente, que a su vez se lo pueden contagiar a otros, etc. y puede extender el daño a muchos más. En otras palabras, es un maltratador en potencia mucho más peligroso que el que sólo ha amenazado a una mujer, si no se le identifica claramente ante la sociedad con un "sambenito" como la pulsera de los maltratadores. ¿Le van a poner los progres una pulsera también a los infectados de VIH?. Seguro que no. Esto demuestra la hipocresía que hay detrás de todo el tema del maltrato.]

Es interesante, al respecto, una carta publicada en XL Semanal hacia octubre de 2007:


Creo que queda claro cómo nos manipulan las feministas y los feministos.

Además, puede haber otros "géneros" (ya que no coinciden con los sexos, que sólo hay dos) que no se sientan incluídos en la expresión: los ciudadanos y las ciudadanas. Pongamos por caso que los homosexuales no se sientan identificados en ninguno de esos dos géneros y exijan, para no ser "invisibilizados" (otro término de la feministocracia) que se les denomine con las palabras acabadas en "-e". Así, un político (seguramente del PSOE) respetuoso con los homosexuales debería decir:

- Quiero ser el alcalde de todos los ciudadanos, ciudadanas y ciudadanes de esta población...

Pero las lesbianas no querrán que se les meta en el colectivo de homosexuales de sexo masculino, así que pueden exigir que nos refiramos a ellas con los sustantivos acabados en "-u" (porque la "-o", la "-a" y la "-e" ya están cogidos):

- Quiero ser el alcalde de todos los ciudadanos, ciudadanas, ciudadanes y ciudadanus de esta población...

Pero los bisexuales se sienten discriminados porque en ese lenguaje no se sienten incluídos y, por tanto, se les invisibiliza, así que dan la matraca hasta que consiguen que les otorguen la "-i", que es la última vocal que le queda al idioma castellano para referirnos a ellos.

El político hábil y ávido, no dejará escapar la ocasión:

- Quiero ser el alcalde de todos los ciudadanos, ciudadanas, ciudadanes, ciudadanus y ciudadanis de esta población...

Naturalmente, las mujeres bisexuales sienten que el término ciudadanis se refiere sobre todo a los hombres bisexuales, que son mayoría, y ellas están siendo invisibilizadas. Aquí se les presenta un problema gordo, ya que no quedan vocales libres para "visibilizarlas". Por supuesto, el político hábil y ávido acudirá a la Real Academia de la Lengua para que busque una solución a este colectivo de ciudadan...algo que no está siendo adecuadamente representado en los discursos. Y le pasará la patata caliente a la vetusta RAE, que se encontrará con que tiene que fabricar un idioma nuevo para dar cabida a las nuevas realidades nacionales que el progreserío ha parido.

Si la RAE inventa algo, podría ser un prefijo que se añadiría a los sustantivos para hacerlos válidos -por convención- ante cualquier escuchante y ganar en economía. Así, podrían añadir el prefijo "pan-" que significa "todos" en griego. Y el político hábil y ávido podría ahorrar mucha saliva y mucho tiempo diciendo algo como:

- Quiero ser el alcalde de todos los panciudadan de esta localidad...

Y alguien podría pensar:

- Pero... ¿ciudadanos no englobaba ya todas las personas, fueran del sexo o del género que fueran?. ¿Realmente era necesario este viaje para acabar pariendo palabras que no tienen consistencia con la historia de nuestro idioma...? ¿Vamos a acabar hablando en Esperanto?.

Pues sí, hijo, la inteligencia tiene límites, pero la estupidez no.

No hay comentarios: