jueves, 5 de junio de 2008

Barack Obama

Hoy toca hablar de este hombre, nominado ayer como candidato YA OFICIAL del Partido Demócrata de EE.UU. para presidente de la nación.

Debo decir que me alegro de que hayan elegido a Obama en lugar de a Hillary Clinton. Pero no porque sea el mejor candidato, que no sé si lo es, ni porque sea afroamericano, que es increíble, sino porque ES HOMBRE. Y no porque yo sea machista, no, aunque quizá lo sea, sino porque soy anti-feminista. Por lo menos, soy contrario al feminismo que profesan los políticos en España, que no busca la igualdad, sino que atenta contra los derechos de los varones y los pone en inferioridad de condiciones frente a los derechos que se le reconocen y respetan a las mujeres.

Me imagino que si la nominada hubiera sido Hillary, a estas horas todas las mujeres del gobierno ZP, con Superfernández a la cabeza, estarían sufriendo orgasmos contínuos de placer y aparecerían en todos los medios de comunicación alabando los grandes méritos de Hillary para alcanzar la nominación y, quién sabe, tal vez la Presidencia, etc. ¡¡Qué HORROR!! No soportaría a todo ese gallinero de ministras cacareando una y otra vez lo contentas que están (estarían, claro) con la nominación de Hillary... Y quien dice ministras, dice toda la cohorte de políticas que en España han sido, con doña Esperanza Aguirre a la cabeza, seguida por Mª Emilia Casas (Presidenta del Tribunal Constitucional), juezas, científicas, empresarias, etc. y periodistas, muchas periodistas, que salen hasta de las alcantarillas para reclamar una y otra vez la igualdad de la mujer con el hombre, aunque su simple presencia ya demuestra que la mujer puede alcanzar en España cualquier puesto de autoridad, poder o influencia.

Me alegro, por tanto, de haberme ahorrado todo ese chorreo de declaraciones huecas que habríamos tenido que tragar una y otra vez, y no sólo por parte de la sección femenina, sino también por parte de casi todos los políticos y periodistas varones que, sometidos a la corrección política, habrían alabado lo buena que es (sería) la nominación de Hillary. Por eso, la mayoría de los gobernantes y adláteres de este país me parecen una pandilla de soplagaitas, aunque en este caso quizá debería decir "soplacoños".

Estas feministoideas son las que exigen que se le dé a la mujer (y si es posible, a ellas las primeras) la cuota de poder que proporcionalmente le corresponde, no por sus méritos, sino por el birlibirloque arte de las matemáticas pardas: son las que exigen cuotas en los partidos, en las papeletas electorales, en los consejos de administración, en el consejo de ministros... Dentro de poco exigirán la paridad también en los equipos de fútbol.

Así que, si ellas se habrían alegrado con la nominación de Hillary, no por ser la mejor sino por ser mujer, yo me alegro de Obama, no por ser el mejor, sino por ser hombre.

Abundando en este tema, quiero traer a colación que recientemente el Tribunal Constitucional (TC) ha sancionado como correcta la Ley de Violencia de Género según los patrones constitucionales. La Ley en cuestión señala como agravante que una agresión la realice un hombre contra una mujer y, por tanto, merece una pena mayor. No importa que la Constitución Española diga que no se puede discriminar a nadie por razón de SEXO. Esta Ley ha sido sancionada por el TC con la señora Casas presidiendo el órgano, por siete votos a cinco y con un juez ponente recientemente fallecido (por las notas del juez, se ha sabido que estaba en contra de la susodicha Ley).

Y anteriormente a esto, nunca he entendido porqué a los hombres se nos discrimina en las pruebas físicas de las oposiciones para policía, bombero, soldado, etc. Por ejemplo, si se exige a un candidato a policía correr una distancia en un máximo de tiempo es porque quizá lo necesite para la persecución de un delincuente en su futura profesión. Entonces, ¿porqué las mujeres tienen un tiempo mayor o una distancia menor que los hombres? ¿No van a correr detrás de los mismos delincuentes que sus compañeros varones? ¿Es que ellas sólo van a correr detrás de mujeres delicuentes ("delicuentas" según la terminología de las feministoideas)? Y como en este ejemplo, se les rebaja las exigencias en todas las pruebas físicas. No tiene sentido. Es pura y simplemente discriminación contra los hombres.

Volviendo a ese feminismo que critico, hay que decir que tiene gran predicamento entre las mujeres actuales. Es muy halagador, según parece, que te digan constantemente que eres una víctima del sistema y que te deben un puesto y un trato mejor, no porque te lo hayas ganado o lo merezcas, sino simplemente por ser mujer.

Y esto me recuerda ese video real de una chica joven, detenida por la Guardia Civil por conducir subida de tasa alcohólica y que, descaradamente, les dice que es mujer y que no metaboliza igual de bien el alcohol que sus compañeros varones, así que tienen que ser más indulgentes con ella. Este es un ejemplo de la mentalidad que tienen muchas mujeres, imbuídas por el feminismo ramplón: se creen que tienen derecho a todos los privilegios y a todas las exenciones simplemente por ser mujeres.

Es el feminismo español (por no decir sociata): "quítate tú pa' ponerme yo".

Sinceramente, ya no sé qué pensar del TC. Además del caso de la dichosa Ley de Violencia de Género, en el pasado también ha bendecido Leyes, Decretos y disposiciones que discriminan a los españoles en razón de su edad, contrariamente a lo que, a buen entendedor, recoge la Constitución Española. Así, por ejemplo, se subvencionan alquileres, viviendas y muchos otros conceptos a personas "jóvenes" (generalmente se acepta que lo son los menores de 35 años) y se deja fuera a los que superan esa edad. ¿Es que no hay gente de más de 35 años con problemas para pagar un alquiler, una hipoteca, o cualquier otra carga? Conozco algún caso concreto en el que sucede así. ¿Tanto cambiamos los seres humanos cuando pasamos de los 35 años a los 36? Creo que no. Así que lo siento, no comparto esa discrimación, por mucho que la bendiga el sacrosanto TC.

Y así, muchas otras arbitrariedades que, en nombre del progresismo (¡qué ironía!), se suceden en este país llamado España.

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