martes, 22 de enero de 2008

Cómo pasa el tiempo

¡Dios mío, cómo pasa el tiempo! Creía que hacía 3 días que había empezado mi blog y ahora veo que han pasado ya OCHO días...

Bueno, a lo que iba. Hoy toca hablar del aborto (¡ya tenía ganas!).

Al final de su legislatura, la del PSOE de Zapatero, resulta que aparecen varias clínicas donde se están realizando numerosos abortos fuera de los supuestos de la Ley. Me pregunto si esto será una coincidencia o qué. Cuando saltó la noticia a los medios yo comenté a los míos: "Ahora los socialistas aprovecharán para hacer una campaña de ampliación de los supuestos de aborto legal...". Y poco me he equivocado. Al PP, como casi siempre, el tema le ha pillado con el pie cambiado.

Vamos con el PSOE. Lo que se ha descubierto es tan gordo (mujeres abortando a los 7-8 meses de embarazo) que no tendría cabida ni en una ley de plazos bastante permisiva. Pero eso no ha importado a los socialistas que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, han propuesto ampliar su programa electoral con una ley de plazos (no conozco los detalles).

No es que yo esté contra una ley de plazos, es que sencillamente estoy en contra del aborto. Todavía no hay quien me convenza de que el aborto no es un asesinato. Y autorizarlo por ley, sea con supuestos restrictivos o no, es un GENOCIDIO.

Otra vez la hipocresía que llevamos dentro: lo que hicieron los nazis con los judíos y con otras minorías fue un genocidio. Hoy no se discute, pero para su mentalidad era normal. Pues bien, salvando las distancias, lo que se está haciendo autorizando el aborto, es un genocidio también, aunque para la mentalidad bienpensante del españolito medio sea normal. Cientos de miles de españoles están siendo masacrados porque las leyes no les protegen lo suficiente o, dicho de otro modo, protegen más a sus madres que a ellos.

Es curioso que sea la izquierda la que con más entusiasmo ondee la bandera del aborto cuando, conceptualmente, son los que se autoproclaman defensores del más débil, del más indefenso. En el caso que nos ocupa, se han puesto claramente del lado del poderoso que, con todo el sufrimiento que pueda conllevar su situación, es la madre y todos los que la apoyan para deshacerse de la criatura (familiares, amigos, doctores, etc.).

¿Y por qué actúa así la izquierda? No lo sé, aunque puedo aventurar algunas hipótesis.

En primer lugar, están tan ideologizados que ni siquiera las evidencias científicas les hacen inmutarse. Y la evidencia científica dice que el niño concebido tiene un código genético diferente al de su madre. En pura lógica, es un ser humano distinto a ella y debe ser protegido como tal, incluso de las agresiones que puedan llegarle de su propia madre (esto no es lo normal, ni siquiera entre los niños ya nacidos, pero a estos la Ley sí que les ampara).

Las feministas, que mayoritariamente apoyan el aborto y se han subido al tren de la izquierda, alegan que ellas pueden hacer lo que quieran con su cuerpo y dan a entender que el niño, unido por la placenta a la mujer, es una extensión de ésta, como un órgano más. Pero esto es una falacia. Como dije antes, el feto tiene su propia información genética. En segundo lugar, el hecho de que el feto dependa del cordón y útero de su madre no lo convierte en un apéndice de ésta ya que el recién nacido también depende casi enteramente de la leche de su madre, de sus brazos, de sus besos, de sus cuidados,... y este niño sí que es objeto de protección por la Ley. Y además, un ser humano que dependa de otro para subsistir (pensemos en Stephen Hawking y en los millones de seres impedidos, en clínicas, residencias, hospitales, etc.) ¿no tienen derecho a la vida? ¿Pueden sus cuidadores matarlos sin ningún problema? La respuesta es evidente. ¿Por qué no es evidente en el caso de los no nacidos?. Estar dentro o fuera de un pulmón artificial no deja de ser un accidente: lo importante es que se trata de una vida humana. El hecho de estar dentro o fuera de la madre no deja de ser un accidente de lugar: lo realmente importante es que se trata de una vida humana.

Para mí está claro que el aborto es la consagración de "la explotación del hombre por el hombre", aquello contra lo que luchó la izquierda en sus inicios y aún hoy contempla en su filosofía, aunque sólo conceptualmente. Hoy la izquierda -al menos la que yo conozco, que es la española- ha renunciado a luchar contra la explotación más miserable de todas: el asesinato de un indefenso por su propia madre. Con esto creo que se desacredita todo lo demás que quieren pintar de "bueno para el hombre". ¡Hipócritas!

¿Porqué la izquierda no ha apeado a las feministas de su carro de una patada? Me refiero a las feministas pro-abortistas porque supongo que también haya alguna de las otras.

Es triste reconocerlo, pero esta es una de las lacras de la democracia: los votos. Los niños abortados no votan, no protestan, no aparecen en los medios de comunicación, no se asocian, no organizan manifestaciones,... etc. pero sus madres, las que quieren asesinarlos (y las que las apoyan), esas sí que tienen voz y voto, y hacen declaraciones emotivas en los medios, y hacen manifestaciones, y pueden buscar recursos para abortar, aquí o en Londres, con un doctor o con un matarife... ¿cómo se puede defender esa criatura? Tiene todo en contra. Y los que decían defender al débil le han dado la espalda: prefieren defender a la madre, que eso da votos y los votos dan poder, y el poder da dinero... ¡ay! el Dinero es al final el dios al que sacrificamos la vida de los inocentes...

Me viene a la cabeza que no somos tan distintos de aquellos aztecas que sacrificaban infantes al dios Sol para congraciarse con él. A aquellos los miramos como a bárbaros... ¡pero si nosotros hacemos lo mismo! La única diferencia es que ahora el dios Sol lo hemos cambiado por el dios Dinero. Y estos que se dicen de izquierdas luego van por ahí, a los medios de comunicación y a otros países impartiendo doctrina de lo adelantados que estamos en nuestra democracia, de lo maravillosos que somos, de la cantidad de derechos que tenemos (incluído el de matar...), etc.

Estoy criticando abiertamente al PSOE y a todos los partidos de la izquierda de este país antes llamado España y ahora llamado Ex-paña. Pero no se crean que se salva el PP y otros partidos nacionalistas de derecha... ¡no! ¿Qué hizo Aznar cuando ganó las elecciones? Después de haber protestado años antes el PP por la implantación de la ley del aborto, ahora que puede acariciar el poder con la punta de los dedos, va y dice que no la va a cambiar y que está bien como está. Luego algunos le llamaron mentiroso por lo del 11-M... ¡pero si ya se le vió el plumero desde el principio! Mucha democracia cristiana y muchas peras en vinagre pero, cuando el poder está al alcance de la mano,... ¡el fin justifica los medios!.

¡Pobres niños asesinados! La llegada del PP al poder podría haber sido la salvación para muchos de ellos, pero no sirvió de nada. Otra oportunidad de mejorar este mundo, malgastada.

Pero no es de extrañar que el PP y el resto de la derecha no hicieran nada contra esa maldita ley. Al fin y al cabo la derecha es el resultado de una filosofía donde se consagra el individualismo por encima del individuo, la producción y la generación de riqueza por encima del trabajador, el poder del rico por encima de la dignidad del pobre, la victoria del poderoso sobre el débil,... En definitiva, esa filosofía no está tan lejos del aborto.

Sólo hay un político en la derecha española que creo que no ha abdicado de su defensa de la vida humana en el tema del aborto. Me refiero a Josep Antoni Durán y Lleida. No es que le apoye políticamente o que comparta sus ideas políticas, pero creo haberle oído (hace mucho, eso sí) manifestarse contra el aborto. Pero ni siquiera de este hombre oigo ahora que partan iniciativas contra el aborto...

¡Malos tiempos, pequeñines!

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