Recientemente leí una crónica en EL CORREO sobre la presión a la que se estaba sometiendo a una sociedad gastronómica vasca -en Puentelarrá, un pueblo pequeño- para que aceptara mujeres en su seno. Las feministas estaban que trinaban y el gobierno vasco les daba la razón, aunque quería conseguir la entrada de mujeres de una manera dialogada.
"Nosotras también"
"Tirón de orejas al txoko de Puentelarrá"
Parece que estas sociedades gastronómicas, típicas de Vascongadas (donde se les denomina "txoko", que en vasco significa "agujero" o "escondite"), están tradicionalmente constituídas por hombres, aunque me suena que existe alguna sólo de mujeres y que en muchas ya se ha dado acceso a las mujeres como unas socias más.
El caso es que eché una ojeada a la noticia y no le dí más importancia que la que le doy a las paranoias de las feministas. Los de este "txoko" lo tienen complicado porque, además de que han tomado represalias contra los que apoyaban la entrada de mujeres como socias, el local que ocupan es de la Junta Administrativa (pequeño concejo que depende jurídicamente de un ayuntamiento que está en otro pueblo), con lo cual les pueden echar cualquier día, y más si no hacen lo políticamente correcto.
Hoy leo en Yahoo Noticias otra parecida pero en sentido contrario:
Una cofradía integrada sólo por mujeres pasea a su virgen por Ciudad RodrigoComo es natural, la noticia está redactada de forma manipuladora. En primer lugar dice que no buscan "protagonismos femeninos ni simbolismos feministas" para, en el párrafo siguiente reconocer la presidenta: "ahora somos nosotras las que no dejamos inscribirse a los hombres".
Lejos de buscar protagonismos femeninos o simbolismos feministas, esta cofradía no quiere variar la condición de cofrades mujeres porque "surgió hace 27 años, ya que en las cofradías que entonces existían en Ciudad Rodrigo ninguna podíamos pertenecer a ellas, porque sólo admitían a hombres", ha argumentado Barrueco.
En aquel entonces quince mujeres de Ciudad Rodrigo decidieron agruparse para evitar exclusiones y "ahora somos nosotras las que no dejamos inscribirse a los hombres", ha comentado con ironía la presidenta.
Las cofrades, que son un total de 275, han reconocido que, "los hombres, la mayoría maridos o allegados de las cofrades, colaboran con ellas en muchas cuestiones e, incluso, algunos voluntarios ha hecho esta noche de costaleros".
Bueno, pues me parece bien. Pero si es tan condenable que no haya mujeres en una cofradía (o en un txoko), ¿no es igual de condenable que no haya hombres? ¿No están haciendo ellas una bandera de esto? ¿Alguna instancia va a osar decirles que deben admitir hombres para favorecer la igualdad?
Estamos en la Ley del Péndulo y vamos a pasar de una sociedad machista otra del feminismo más recalcitrante. Y si antes las mujeres estaban de acuerdo con el machismo imperante y lo apoyaban con sus actos y sus palabras, no faltarán ahora estúpidos hombres que apoyen con sus actos y palabras ese feminismo que no busca la igualdad sino la supremacía. Y digo "estúpidos hombres" porque serán muchos los que aplaudirán cada ley injusta -so capa de igualitaria- con tal de mantener su poltrona, y serán hombres leídos y "escribidos", no como aquellas mujeres de antaño que mantenían los roles machistas porque no habían tenido escuela o contacto con otras culturas, o el acceso a los medios de masas que hay hoy. A aquellas buenas mujeres no las juzgo, pero a estos estúpidos hombres de hoy sí: estos, actuando mal, no tienen justificación. O son estúpidos o son malvados. Y como no quiero pensar mal de ellos, prefiero pensar que actuan por estulticia, no por maldad.
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