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No es que yo sea un gran seguidor de esa cadena de radio, pero como tienen un grado bastante alto de incorrección política y eso es algo que yo admiro, y como la noticia tiene un interés especialmente grande para mí, les he hecho un hueco en mi blog.
Por problemas de conexión y de falta de tiempo, no pude recoger en su día aquí información sobre este "Manifiesto de Madrid" más abajo mencionado ni sobre la impresionante manifestación contra el aborto, en Madrid, a la que se calcula que acudieron unas 500.000 personas (cifra no desmentida por las autoridades) acompañada de otras maniestaciones, obviamente no tan nutridas, en muchas otras poblaciones españolas.
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Jouve, impulsor de la Declaración de Madrid contra el aborto, responde a las críticas recibidas
Nicolás Jouve de la Barreda, catedrático de Genética y primer firmante de la Declaración de Madrid a favor de la vida, responde hoy desde Páginas Digital a las críticas de distinto signo que ha suscitado el Manifiesto presentado el pasado mes de marzo y firmado por más de 2.200 profesores de universidad, académicos, investigadores, médicos de todas las especialidades, altos cargos del Estado, directivos de entidades sociales y escritores. En el artículo que publica hoy www.paginasdigital.es, Jouve afirma que “somos conscientes de que algunos aspectos del manifiesto podrían haber sido mal interpretados” y enumera los posibles malentendidos, que aclara punto por punto.
Redacción Familia - 27-04-09
LA CLAVE
La voz razonada del científico contra la demagogia de los políticos.
DOCUMENTOS
- "MANIFIESTO DE MADRID" EN DEFENSA DE LA VIDA PDF (0.04 Mb)
Nicolás Jouve catedrático de la Universidad de Alcalá
“En primer lugar ha habido algunos comentarios o interpretaciones sobre la intencionalidad política que no se ajustan ni a la realidad de un asunto tan abominable como es el aborto, ni a la voluntad y forma de pensar de quienes promovimos y suscribimos el manifiesto, alejados de cualquier motivación política. Además, somos conscientes de que en todos los partidos hay personas que defienden la vida, aunque muchos no sean capaces de dar el paso de defender públicamente esta postura”. Jouve insiste en que “el manifiesto debe entenderse como una declaración con fines educativos destinada a los políticos y a la sociedad, en la que hemos tratado de abarcar los aspectos científicos sobre la realidad de la vida y las consecuencias de carácter médico y social de una injustificada Ley, que ni siquiera se cumple”.
Respecto al apoyo recibido, Jouve reconoce que “es evidente que el balance que hacemos es muy positivo, dada la cantidad y categoría intelectual de las adhesiones recibidas. No obstante hubieran podido ser más si personas de buena voluntad y recto proceder que, como nosotros, se oponen al espeluznante problema del aborto en España no le hubieran buscado tres pies al gato. Esto se refiere a la delirante interpretación de que el manifiesto contiene cierta dosis de relativismo moral, (...) juicio que probablemente se basa en una interpretación indebida del apartado en el que se señala que ‘es preciso que la mujer a quien se proponga abortar adopte libremente su decisión, tras un conocimiento informado y preciso del procedimiento y sus consecuencias’. Quienes han encontrado en este punto una dificultad para adherirse al manifiesto se equivocan al interpretarlo como una aceptación de la Ley actual como un mal menor”.
El principal promotor de la Declaración de Madrid señala que “la situación actual es la que es y es manifiestamente empeorable, como ocurriría de prosperar la Ley de Plazos que se está gestando en el Ministerio de Igualdad. Estamos convencidos de que informar a una mujer para intentar disuadirla del aborto es más realista y práctico que decir al aire un simple no al aborto (...). La realidad es que en el momento actual muchas mujeres son engañadas, presionadas o forzadas al aborto, fundamentalmente víctimas de una mentira (…) sobre el cruel procedimiento que se va a seguir”.
Jouve también se refiere al contramanifiesto, “así se hace en llamar no ocultando su intencionalidad”, suscrito por un grupo de investigadores en el que “sin más explicaciones se acusa a los firmantes de la Declaración de Madrid de tratar de confundir a la opinión pública, presentando como argumentos científicos lo que según se dice pertenece al ámbito de las creencias personales, ideológicas o religiosas. En este contramanifiesto se llega a afirmar que la ciencia es neutral frente al aborto”. Jouve responde a esta cuestión: “Por mucho que se pretenda mirar para otro lado, la biología es clara respecto a que lo que se destruye es la vida de un ser humano en sus primeras etapas de desarrollo, razón por la que en el manifiesto sostenemos que la ciencia no es ajena al aborto, ni lo que declaramos en el mismo es una cuestión de creencias personales, ideológicas o religiosas. De hecho, la definición de embrión que podemos encontrar en los tratados de Biología es inequívoca: ‘la primera etapa del desarrollo de un ser pluricelular, a partir de la fecundación del ovocito por un espermatozoide, que en el desarrollo humano llega hasta la octava semana, después de lo cual pasa a ser feto’”.
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