martes, 31 de marzo de 2009

Algunos pensamientos sueltos

LOS GRANDES PARTIDOS ESPAÑOLES han abandonado a los nonatos a su suerte, cuando directamente a la masacre. Sólo pueden esperar ayuda de la sociedad civil.

Hay muchos tipos de NAZIS: están los de la mano extendida y los del puño cerrado.

En el aborto se enfrentan el derecho de la mujer a decidir contra el derecho de otro ser humano a vivir. ¿Cuál debe prevalecer?

Nos hemos vuelto más refinados, también para matar.

56.000 VARONES fueron asesinados por sus madres en España en 2008. ¡Eso sí que es VIOLENCIA DE GÉNERO! (y otras tantas niñas, aproximadamente, y las feministas siguen sin protestar...).

Permitir que una mujer embarazada pueda abortar contribuye a una sociedad de personas infantilizadas, es decir, que no asumen sus responsabilidades.

Si una madre no cuida de su hijo hasta que nazca, ¿qué será lo siguiente? ¿Derecho para matarlo cuando ya esté nacido?

Una de las causas de la legalización del aborto es un complejo de inferioridad de la (así llamada) izquierda que le empuja a imitar los caprichos de los ricos, en vez de denunciarlos cuando se trata de crímenes como el aborto. (Si los ricos hubieran tenido como afición la caza del negro, ya estaríamos viendo en los programas electorales de la izquierda la exigencia de ese supuesto derecho para todos los votantes blancos que así lo desearan. De hecho, Bermejo, Garzón y otros personajes de la izquierda de este país han copiado el capricho de la caza, que siempre fue patrimonio de los ricos).

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