Ayer fueron asesinadas cuatro mujeres por sus parejas masculinas.
El PSOE hizo una Ley de la que se jactaba que sería la solución (o casi) al problema de la violencia doméstica. Pero lo que hizo fue una ley discriminatoria contra los hombres y, por tanto, contra el espíritu de la Constitución. Esa Ley no sólo no ha solucionado el problema ni lo ha disminuído, sino que en 2007 se ha superado el número de años anteriores de mujeres asesinadas. Por las cifras que llevamos en 2008, extrapolando al resto del año, la cifra va a ser similar. Siento que esto suene tan frío y tan matemático, pero es así. Una vez más, el Estado quiere resolver un problema cultural y ancestral con medidas legales que no calan en lo profundo, en el corazón del ser humano, que es donde se cuecen estas tragedias. Se piensan que con más policías, jueces y penas más duras, van a acabar con algo que está arraigado en el corazón humano. No creo que lo consigan. Yo creo que sólo una buena educación en el respeto a los demás, impartida durante varias generaciones, podrá reducir el problema, que seguramente no se eliminará del todo, al igual que no se puede reducir a cero la delincuencia ni otras lacras sociales.
Existe otro factor: muchas de las mujeres que son asesinadas proceden de países donde la cultura otorga al hombre unas prerrogativas que no son válidas en un país moderno como es España, donde ambos sexos tienen (teóricamente) derechos y obligaciones por igual. Y esas mujeres son asesinadas por sus compañeros procedentes también de esos países con una cultura más machista. ¿Cómo van a cambiar las leyes toda una historia de aprendizajes y sentimientos desde la infancia que traen esos hombres como bagaje cultural? Haría falta un trabajo individualizado, muy exhaustivo y, aún así, no habría garantías de éxito.
Es muy "progre" y está muy bien visto decir: "que vengan todos los extranjeros que quieran y que nos aporten su cultura y así nos enrriquecemos todos...". Es que lo que traen, a veces, son también cosas como estas, aunque un buen "progre" nunca les señalaría con el dedo acusador, porque son inmigrantes. Pero si es un español, entonces sí, con ése a la hoguera.
Lo que quiero decir, en resumen, es que la izquierda parece querer solucionarlo todo con leyes y esto, a menudo, no es suficiente, o ni siquiera necesario.
¡Qué hipócrita es esta sociedad, que se escandaliza de estos asesinatos y no dice nada de las decenas de miles de niños no-nacidos que cada año son asesinados por sus propias madres!!! Hay que empezar la casa por los cimientos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario