Los recientes y terroríficos actos de barbarie sucedidos en París el viernes noche, trece de noviembre me han traído ciertos recuerdos de cuando yo era niño.
Aunque no es el tema de esta entrada, no me resisto a mencionar las numerosas coincidencias que puede parecer que se han dado en estos atentados. Bueno, parecen coincidencias, pero no creo que lo sean.
Que hayan ocurrido un viernes y trece de noviembre, el mes de los muertos, creo que ha sido elegido deliberadamente por los terroristas dado su significado simbólico. En la superstición anglosajona los viernes trece son días malditos, en los que cualquier desgracia puede ocurrir (en España es el martes y trece). Esa cultura o mentalidad popular, por así decirlo, se ha extendido por todo Occidente a través del cine y de películas famosas como "Viernes Trece", de la cual hay varias entregas, si mal no recuerdo.
Tampoco creo que sea casual el que hayan elegido la sala Bataclán, donde actuaba el grupo Eagles of Death Metal (grupo "metal" Águilas de la Muerte).
Faltan saber todavía muchos detalles de los sangrientos sucesos pero alguno ya se sabe.
Pero, a donde yo quería ir con este resultado es a otra conclusión (sigo mañana).
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