Ayer estuve en la manifestación convocada por el Foro Español de la Familia y otras 42 asociaciones bajo el lema: "Por la mujer, la vida y la maternidad".
Yo no soy amigo de aglomeraciones, pero ayer valió la pena.
Fuimos hasta Madrid dos de mis hijos junto a un amigo, sus dos hijos y un servidor. Para ello viajamos en mi coche, que admite hasta 7 plazas.
No me voy a entretener en los detalles del viaje, porque eso no es lo importante, aunque sí que diré que llegábamos un poco tarde. Aparcamos en el Parque de las Avenidas (por desconocimiento de Madrid, ya que podía haber sitios mejores y más cercanos) y fuimos en metro hasta el centro de la capital. Como calculábamos que habría empezado, en vez de bajarnos en Puerta del Sol, fuimos hasta Banco de España y fue un acierto. Ya había numeroso público congregado. La cabecera de la manifa estaba llegando, o acababa de llegar, a su destino, la Puerta de Alcalá.
Lo primero que me impresionó fue la música que llenaba la calle de Alcalá gracias a una potente megafonía. Había mucha gente, pero no para estar ahogados. Apenas se podía avanzar, pero poco a poco lo conseguimos, acercándonos hacia la fuente de La Cibeles. Luego sonó la atractiva voz de Javi Nieves (locutor de Cadena Cien) que se presentó a sí mismo, luego y la de una mujer que no reconocí (más tarde Javi Nieves se dirigió a ella como «Vanesa»).
Desde La Cibeles veía la calle transversal (no sé cómo se llama) a la izquierda, mirando hacia la Puerta de Alcalá. Estaba abarrotada de gente. Ya no nos podíamos casi mover. Podríamos haber avanzado, molestando a unos y a otros de los que estaban delante, pero no nos pareció necesario. Desde nuestro puesto se veía una gran pantalla que reproducía lo que hablaban y sucedía en el templete principal, donde estaba Javi Nieves, además de que el sonido que teníamos era bueno. Una cámara de TV al extremo de un brazo articulado móvil merodeaba sobre nuestras cabezas y se detenía aquí o allá para sacar planos más detallados de los que estábamos a tiro. Cuando esto ocurría, aprovechábamos para saludar y expresar nuestra alegría por estar allí, defendiendo la vida desde el primer momento.
Por el estrado fue desfilando un cierto número de personas. Creo que las primeras fueron unas mujeres que habían sufrido el aborto en propia carne o que habían sido presionadas para abortar. Alguna dijo que ella era hija de una mujer que había estado abocada al aborto, pero que decidió seguir adelante. Gracias a ello estaba viva. Todos eran testimonios impresionantes.
Luego creo recordar que hablaron los representantes de grupos pro-vida de distintos países del mundo: Francia, EE.UU., Alemania e Italia son los que recuerdo.
(Lo dejo aquí por falta de tiempo, pero seguiré contando mis impresiones de ese inolvidable día).
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Ver esta "carta al director" respecto a la manifestación.
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