El cabeza de lista, como decíamos, es Raúl Salinero.
Este ¿joven? vino de Zamora a estudiar a Burgos algo de ingeniería técnica industrial o algo así.
Muy paletos nos debió ver cuando decidió que podía hacer carrera política en la ciudad. Así que colgó los estudios y salió concejal, en sustitución de Jesús Ojeda, ambos por Izquierda Unida.
Por eso, el título de esta serie de entradas al blog empieza por "Los alienígenas..." ya que, como veremos, unos cuantos de ellos proceden de otras ciudades y, estando tal vez de paso, han echado raíces "políticas" en la ciudad.
¿A que se debe esta "importación" de cerebros alienígenas? ¿No hay izquierdismo de cantera en Burgos?
Aquí tenemos la carta de presentación de Raúl Salinero en su perfil de Facebook:
Perfil de Raúl Salinero en Facebook |
Para ser más valorado y mejor votado por los burgaleses, como buen político que quiere hacer carrera, ha cometido el pecado de la mentira sobre su origen.
En estos detalles se ve la ambición de la persona. No importa sacrificar la verdad con tal de conseguir el objetivo. El fin justifica los medios.
No, no eres de Burgos. Eres de Zamora. "Zamora no se ganó en una hora". Burgos parece que sí, ¿eh, Raúl?.
Con las orejillas de soplillo y esa carita de niño bueno, ha conseguido engañar a muchos para que le den su apoyo dentro de la izquierda burgalesa.
Primero ascendió en IU. Se ve que los estudios le dejaban mucho tiempo para acudir a manifas, asambleas, reuniones, quedadas y demás cosas en las que hay que estar presente para hacerte una reputación.
Con ese bagaje, utilizó IU para llegar a ser concejal. Así estuvo cuatro añitos chupando sillón y aprobando (casi) todo lo que le ponían delante.
Luego vio que la estrella en ascenso (a nivel nacional) era Pablo Iglesias y su engendro de Podemos, así que decidió subirse al carro ganador, aunque en principio no lo hizo público. No podía. Necesitaba los votos de otras fuerzas de izquierda, y de los militantes de la propia IU que le miraban como a uno de los suyos (sin darse ellos cuenta de que era un trepa), para ascender a la cabeza de aquello que, de momento, parecía tener alguna posibilidad electoral en Burgos: Imagina Burgos (IB), mientras Podemos aún estaba en fase de constituir sus órganos.
Había que estar en la cresta de la ola hasta que el viaje a Podemos se hiciera realidad.
Efectivamente, una vez conseguida la cabeza de IB (no se presentaba para la lista de concejales de IB, porque eso le podía hacer perder fuelle a su candidatura en IB para alcalde) y materializados los seis sillones en el Pleno del ayuntamiento, Raúl ya podía hacer su égira hacia Podemos.
Para no debilitar a IB, las críticas hacia Salinero de los militantes de IU que, con mucho cabreo hacia Salinero, seguían fieles a esas siglas, no se hicieron públicas, así que su cambio de chaqueta tampoco fue muy evidente para el simpatizante de izquierdas medio y, mucho menos, para el ciudadano burgalés del común.
(Continuará)
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